martes, 29 de abril de 2014

las propensas


Nos tenemos con miedo y siempre nos quedamos en ese momento del delirio, ese bello delirio de sentirnos queridas y jugamos a olvidar un rato lo propensas que somos. Al abandono, a nuestro débil reflejo de todas partes. Al silencio, lo ingrato de alguna historia que no lleve nuestro nombre, ni si quiera entre lineas. Nos obligamos a oir solo esas ganas, impulsarnos entre otros choques y de vez en cuando nos miramos el borde, lo inundada que estamos, lo riesgosas y accidentadas. Nos tenemos apenas y mentir parece salvarnos un rato. O eso creemos a la fuerza, saltando a ciegas entre charcos y piedras, porfiando el peligro de abrirnos al primer cariño que nos convensa el latido. Nos tenemos cada vez menos, las mentiras se nos caen a medias de la boca y desaparecen antes de llegar al suelo.  Mudas, atentas solamente al viento aspero que nos entra por cada fisura, nos vamos quedando atrapadas en nuestro delirio, esa bella fragilidad de estar propensas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario